En la actualidad, podemos colocar almohadones en todas partes de la casa. Se encuentran presentes en las camas como elemento decorativo y de comodidad, pero también en sillones y sofás, en sillas e, incluso, en otros espacios en los que se desee generar un ambiente agradable para poder descansar o compartir con los otros, como puede ser en la cercanía de ventanas, balcones, entre otros.
Los almohadones son, prácticamente, elementos infaltables en todo hogar. No obstante, eso no quiere decir que haya que pagar grandes sumas de dinero para poder tener algunos en casa. A continuación, te contamos cómo hacer almohadones y obtener excelentes resultados de acuerdo a tus gustos y necesidades.
Materiales necesarios para hacer almohadones
Para poder crear nuestros propios almohadones, vamos a necesitar los siguientes materiales:
- Relleno
- Tela
- Tijera para tela
- Alfileres
- Regla
- Hilo a tono
- Plancha
- Máquina de coser
En lo que respecta a la cantidad de tela, esta dependerá de la cantidad de almohadones del mismo color o diseño que se quieran realizar y el tamaño de los mismos. Además, en cuanto al tipo de tela, las más usadas suelen ser la lona o la provenzal.
Pasos a seguir para hacer tus propios almohadones
Ahora, vamos a pasar a cómo creamos los almohadones. El procedimiento es sencillo y te lo contamos paso por paso.
Los recortes de tela
Lo primero que vamos a hacer es tomar las medidas del almohadones al que se le quiere poner una funda; es decir, al relleno. Uno de los tamaños más frecuentes para almohadones pequeños y decorativos es de 35×35, pero esto puede variar considerablemente. Para enseñar cómo hacer almohadones, vamos a tomar esta medida de ejemplo, para que puedas luego trasladarlo al tamaño que desees.
Suponiendo que el relleno es de 35×35 centímetros, vamos a recortar un pedazo de tela que, en ambos sentidos, tenga 40×40; es decir, que sea cinco centímetros más ancho vertical y horizontalmente. Esos son los pasos para la tela del frente.
En lo que respecta a la parte de atrás de los almohadones, vamos a cortar dos piezas de tela más pequeñas. Estas van a tener la misma altura que el corte del frente, pero siendo unos 10 centímetros más angostas. Entonces, volviendo al ejemplo anterior, si para adelante hemos cortado una pieza de 40×40, para la parte trasera vamos a cortar dos de 40×30.
Los dobladillos
Para continuar, en cada una de las piezas que generamos para la parte trasera del almohadones, vamos a realizar una terminación que garantice prolijidad. Para lograr eso, vamos a colocar el derecho de la tela boca abajo, procediendo a doblar 1,5 centímetros hacia arriba en uno de los laterales. Una vez doblado, vamos a mantener lo hecho utilizando alfileres. Lo vamos a fijar con la plancha para que no se pierda y, una vez hecho esto, vamos a coser a lo largo. Esta terminación se debe llevar a cabo en uno de los lados de la pieza trasera, el más largo.
Reunir las telas
Vamos a colocar el corte más grande que hará de frente del almohadón con el lado derecho hacia arriba. Lo vamos a encarar con los cortes más chicos por encima, con su lado del derecho mirando hacia abajo. Lo que vamos a hacer es colocar primero el corte pequeño izquierdo. Luego vamos a continuar con el derecho por encima de todo.
El perímetro del cuadrado va a ser ajustado con alfileres, dejando abierta la unión central de las piezas más pequeñas cortadas. Posteriormente, vamos a coser con una costura que sea de al menos 1,6 centímetros alrededor del borde. Tras haber hecho esto, vamos a dar vuelta la funda del lado del derecho y rellenar con el almohadón elegido. ¡Y listo!