Si prestamos atención, veremos que todo el tiempo estamos cerca de almohadones. Son piezas decorativas por excelencia para distintos espacios, eso es cierto, pero también ayudan a la comodidad y al bienestar, especialmente cuando se encuentran en espacios que están dedicados a la convivencia con otras personas o al disfrute de momentos de ocio como la lectura, mirar una película, entre otras posibilidades. Por eso, a continuación, queremos darte algunos consejos a tener en cuenta a la hora de hacer o de elegir tus nuevos almohadones.
Elegir bien la tela
Ciertamente, la tela es casi todo en los almohadones. Con la tela podemos garantizar la durabilidad, estética y también la comodidad de los mismos, por lo que es algo que requiere de cierto cuidado. En principio, parecería que casi cualquier tela puede ir bien con los almohadones, pero recomendamos que no sean telas excesivamente finas o delicadas. Tampoco se recomiendan los tejidos vaporosos.
Almohadones con cuerpo
Los almohadones, cuando están, son piezas que se utilizan mucho. Son elementos que se agarran, que se tocan, que se aplastan, sobre los que uno se sienta o se acuesta. Por eso, es conveniente que la tela de los almohadones tenga cierta solidez y resistencia, a fin de que se deformen menos y duren más en el tiempo.
Telas lavables
A la hora de elegir la tela para los almohadones, que sea lavable es algo muy importante. Como hemos dicho con anterioridad, los almohadones se usan mucho, especialmente cuando están en espacios que se usan con frecuencia o en los que se comparte con otras personas y, en muchos casos, con mascotas. Por eso, es muy importante que la tela que se elija para los almohadones sea fácil de lavar y de limpiar para mantener en buen estado.
La textura
También hemos dicho que pasamos mucho tiempo en contacto con los almohadones. Es decir, nuestra piel entra en contacto con ellos. Por eso, es recomendable acudir a telas que además de ser resistentes y lavables tengan una textura que se sienta placentera y agradable.
Un buen relleno
Siguiendo la línea de dar cierta estructura y resistencia a los almohadones, es importante pensar bien el relleno. Existen diferentes tipos de rellenos. A la hora de elegir el adecuado, debemos tener en cuenta el uso que vamos a darle a los almohadones. Los rellenos pueden ser de origen natural o sintético. Los materiales sintéticos son mejores si lo que se prioriza es que todo el almohadón se pueda lavar en un lavarropas, aunque no es un relleno tan suave como puede ser la pluma.