Las telas no tejidas son un tipo de textil que se produce cuando se forma una red con fibras que se unen por procedimientos químicos, mecánicos o térmicos. A diferencia de otras telas, no son tejidas, por lo que no resulta necesario convertir las fibras en hilo para su confección. Los materiales se definen por su negativo.
Podemos decir que las telas no tejidas son láminas, napas o velos de fibras textiles y porosas. No cuentan con trama. Son textiles de poca resistencia. No obstante, esto puede evitarse aumentando la densidad o reforzando aplicando un forro. Estos materiales textiles se destacan en particular por no deshilacharse. Eso hace que se los aprecie en particular en la confección de accesorios y de todo tipo de prendas de alto rendimiento.
¿Cómo se hacen las telas no tejidas?
La producción de las telas no tejidas tiene lugar en tres etapas. Hoy en día, la tecnología permite una superposición de algunas de estas telas, lo que favorece que estas fases se puedan desarrollar de manera simultánea. Podemos decir, básicamente, que las tres fases de la producción de las telas no tejidas son: la formación web drylaid, aislaid, spunmelt hilado, meltblow.
Las telas no tejidas se fabrican directamente de filamentos o de plástico fundido. También se pueden hacer de películas de plástico. Se suelen hacer con un determinado porcentaje de tela reciclada. Este porcentaje va a depender de la resistencia que se requiera que la tela tenga, en función del uso particular que se le va a dar.
Características de estas telas
Las telas no tejidas son productos tecnológicos. Pueden tener una vida limitada. Algunas de sus características destacadas son su impermeabilidad, su elasticidad, su resistencia al fuego, su suavidad, su capacidad de ser lavadas, su amortiguación, su barrera contra bacterias y su potencial para ser esterilizadas. Son propiedades que se combinan en textiles diseñados para determinados usos, donde se equilibra la vida del producto y el costo.
¿Cuáles son los usos de las telas no tejidas?
Las telas no tejidas pueden mimetizar la textura, la apariencia y también la resistencia de una tela tejida convencional. También pueden ser voluminosas. Si se combinan con otros materiales, se puede dar lugar a una muy amplia gama de productos con distintas propiedades. Hoy en día, los usos más frecuentes de las telas no tejidas son los siguientes:
- Bolsas ecológicas
- Geotextiles
- Batas de hospital
- Sábanas de quirófano
- Construcción de canales
- Filtros
- Industria farmacéutica
- Pañales
- Toallas sanitarias