Se acerca la Navidad y empiezan los preparativos. Desde la decoración a las comidas y, este año, analizar con qué personas vamos a vernos y cómo haremos para cuidarnos entre todos. Pero, además, aparece la búsqueda de los mejores regalos.

En general, regalar ropa en Navidad es siempre una excelente alternativa. No obstante, no se trata de ir a un comercio o buscarlo por internet y comprar lo primero que aparece. Es algo que se debe pensar más de lo que parece. Por eso, a continuación, queremos darte algunos criterios que podés tener en cuenta a la hora de pensar estos regalos, para poder tomar las mejores decisiones.

¿Quién es la persona?

 

Un error muy común a la hora de regalar ropa a alguien es comprar lo que a nosotros nos gustaría. Es decir, comprar para otra persona lo que nos gustaría tener en nuestro ropero. Si bien la intención es lo que cuenta, este es un error común que puede demostrar que no se conoce mucho a quien se está regalando.

Es importante concentrarse en la persona. ¿Quién es? ¿Qué hace la mayor parte del tiempo? ¿Cuál es su estilo? ¿Qué es lo que le gusta? ¿Qué colores y diseños suele elegir? ¿Qué necesita? Estas son algunas de las preguntas que podemos hacernos para tener bien en claro quién es esa persona que va a recibir el regalo y poder orientarlo en función de sí misma, de sus gustos y de sus necesidades.

El talle

 

El talle es una de las cuestiones más complejas a la hora de regalar ropa. Esto se debe a que, claramente, no se puede enviar un mensaje para preguntar el talle a la propia persona puesto que arruinaría la sorpresa y, a la vez, cada marca tiene talles diferentes, por lo que medir a ojo puede ser difícil. Una forma de resolverlo es consultando a alguien que viva con esa persona o que pueda saber bien su talle por alguna otra razón. Y si esto no es suficiente, lo que se puede hacer es buscar en comercios que tengan amplia disponibilidad para realizar cambios en caso de que el talle elegido no sea el correcto.

No complicarse

 

Acá depende de quién sea la persona a la que se va a hacer el regalo. Si es una persona a la que se conoce mucho, se tendrá mayor libertad para tomar decisiones arriesgadas en función de sus gustos. En caso de que no se tenga información tan detallada, lo que se puede hacer es apostar a prendas más bien simples. Es decir, prendas funcionales y más bien neutras que puedan ser de utilidad y gusto de la persona aunque no manifiesten tan en claro su personalidad. De todos modos, al igual que sucede con el talle, siempre se tiene también la posibilidad de consultar a una persona muy cercana de quien va a recibir el regalo, para que pueda colaborar con la elección mencionando lo que sabe al respecto.