En la actualidad, podemos encontrar todo tipo de variedades de manteles. Se los puede conseguir en distintos estampados, como así también en distintas telas y texturas. Desde lujosos hasta aquellos para usar todos los días, desde insólitos hasta tradicionales. A continuación, vamos a contarte cuáles son las mejores telas para la fabricación de manteles.
El poliéster
El poliéster es un tipo de tela que podemos encontrar prácticamente en cualquier parte y esto se debe a sus cualidades. Se trata de una fibra sintética versátil que promete múltiples beneficios. Se encuentra en trajes ejecutivos, como así también en sábanas, en ropa de trabajo y, claro, en manteles.
Esta tela tiene una muy amplia capacidad de aislamiento. Esto ofrece cualidades protectoras para temperaturas complejas. Es una tela capaz de absorber poca humedad, por lo que repele la formación de moho, bacterias y hongos, evitando que se produzcan los malos olores y que aparezcan polillas. También es una tela que absorbe muy bien las tintas, lo que permite generar una infinidad de diseños sobre ella.
Otra de las ventajas de esta tela tiene que ver con que es liviana y no se achica al momento del lavado. Por eso, es una tela perfecta para la versatilidad que se requiere en su uso en mantelería. No es una tela que necesite cuidados especiales, lo que la vuelve ideal para un espacio donde puede estar expuesta a manchas todo el tiempo, como es el caso de una mesa.
La tafeta
En segundo lugar, podemos hablar de la tafeta. Una de las principales ventajas de esta tela tiene que ver con el brillo. Los manteles que se fabrican en este material logran un efecto brillante que podría asimilarse en aspecto al efecto del satén. Es una tela que está compuesta en un 100% por poliéster, por lo que tiene muchas de sus virtudes, comenzando por la textura suave y brillante y continuando por la resistencia y facilidad de cuidado.
Los cuidados de esta tela no son muchos. Se recomienda lavar con agua fría y, en caso de ser necesario, planchar del lado del revés a baja temperatura. Es una tela que tiene una cara con brillo y otra opaca, por lo que la brillante es la que se suele dejar a la vista en los manteles.
La organza
Por último, no podemos hablar de manteles sin hablar de la organza. Es una tela que se destaca por su apariencia semi transparente. Se considera que los manteles hechos en esta tela son especialmente ideales para los eventos elegantes o aquellos en los que se tendrá invitados, aunque se trate de ocasiones casuales. No es una tela que suela emplearse para manteles que se utilizarán todos los días y que, en ocasiones, podrán estar permanentemente expuestos a las manchas y los fluidos.
La organza se destaca por ser una tela hecha de poliéster, de tejido liso. Es un tanto más delicada que las mencionadas con anterioridad, por lo que se recomienda que su lavado sea a mano. Además, se debe dejar secar al aire libre para poder mantenerla en buenas condiciones.